Crónica de la presentación de ‘Salvemos el euro’, de Christian Felber

imageEn estos tiempos grises, en los que todavía están intentando parchear el modelo neocon, escuchar propuestas modernas de superación del capitalismo, basadas en la justicia y la equidad social, resulta motivador. Ya están lejos aquellos momentos en los que hasta el líder de la derecha francesa decía que era necesario “refundar el capitalismo”.

Por eso recientemente asistimos muchos miembros de EQUO a la presentación del último libro de Christian Felber, Salvemos el euro, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Tras el éxito de su anterior libro, La economía del bien común, era obligado escuchar sus propuestas para superar la grave crisis europea en la que estamos sumidos.

EQUO estaba muy bien representado en el acto con la presencia, junto a Christian Felber, de Mónica Oltra, diputada en las Cortes Valencianas por Compromís, partido con el que EQUO comparte un escaño en el Congreso de los Diputados. Mónica aporta lucidez allá donde va. Siempre es un placer escucharla.

Christian nos recordaba brevemente cómo las propuestas de la Economía del Bien Común son a largo plazo; llevará diez años o más su implantación. De hecho, tras leer su anterior libro, es claro que una parte de ellas requiere todavía análisis y tiempo de maduración. Pero otras son objetivos compartidos por organizaciones políticas como EQUO y el Partido Verde Europeo.

Pero en el caso de este último libro, Salvemos el euro, Felber destacaba que sus propuestas están centradas en la problemática actual de la Unión Europea y son aplicables en este momento. El libro contiene un interesante análisis de la crisis de la construcción europea, a la que se une en gran parte, como consecuencia, la crisis económica actual de la zona euro.

Al igual que en el libro anterior, puede que algunos echen en falta un análisis más profundo en alguno de los temas tratados, pero Felber ya comentó en la presentación que no pretende entrar a realizar análisis económicos profundos. Él declara con orgullo que no es economista, y lo que pretende es acercar los temas económicos a toda la ciudadanía y fomentar que todos alcancemos un nivel de conocimientos económicos que nos permita ser críticos y no caer en la debilidad de la ignorancia. Sobre todo, cuando detrás de esos análisis económicos profundos está en muchos casos la ideología, no la economía.

Es bueno mirar las cosas en perspectiva; hace relativamente poco tiempo que ATTAC exigía el fin del secreto bancario y la puesta en marcha de la Tasa Tobin, y todavía recuerdo a algunos amigos ultracentristas mirarme con la típica sonrisa reaccionaria y condescendiente que dedican a lo que consideran utopías. Felber nos recordaba en el inicio de su conferencia que estas propuestas, en gran parte, ya se han conseguido, y tienen nuevos retos ya muy avanzados como la creación de un banco ético en Austria. Esto es inspirador para seguir avanzando día a día en la desolada España.

Pero entremos un poco más en el nuevo libro de forma un tanto esquemática. Felber plantea la crisis del euro como consecuencia de varios factores:

Un fallo en la construcción de la globalización bajo políticas neoliberales. Se han impuestos las tesis liberales de August von Hayek: “La libertad económica es un requisito previo para todas las demás libertades”. Se ha liberalizado el comercio, los capitales circulan libremente… Y es alarmante que haya una falta generalizada de espacios y herramientas democráticas que permitan la toma de decisiones en consonancia con las necesidades e intereses de la mayoría.

Un fallo en la construcción de la Unión Europea: la integración europea es un reflejo en miniatura de la construcción neoliberal de la globalización.

Errores estratégicos en la construcción del mercado interior financiero de la UE. Este mercado fue creado en el 2005 por Mario Monti, al mismo tiempo que se creó el mercado mundial de servicios financieros en la OMC. Se creó por tanto una competencia global, pero no una supervisión financiera supranacional. Las consecuencias las estamos pagando muy caras.

El error político más funesto fue la creación de grandes bancos sistémicos. El objetivo era crear bancos capaces de competir a nivel mundial, por ello se obligó a pequeños bancos a realizar fusiones hasta crear grandes bancos  que no pueden caer porque se llevarían por delante todo el sistema financiero mundial, como ha quedado demostrado en la crisis actual. De esta forma crearon auténticos monstruos financieros, que acaban siendo más poderosos que los propios gobiernos y llegan a dictar normas políticas. Deberíamos aprender de la historia; me viene a la mente la guardia pretoriana del César, creada para protegerle y que finalmente tenía tanto poder que llegaba a matar al César cuando lo creía conveniente.

Por otro lado es interesante destacar que en la creación de estos bancos se obviaron descaradamente algunos de los pilares básicos de una economía de mercado: una regulación de la insolvencia igual para todos, una competencia justa y el principio de responsabilidad de la propiedad (los rescates los deben hacer los propietarios, no los contribuyentes).

Otro problema ha sido la construcción fallida de la unión monetaria europea. Esta unión monetaria sólo podría funcionar si se coordinasen, a nivel europeo, otras áreas como la supervisión financiera, la política salarial (que lleva asociada implicaciones en las balanzas comerciales), la política fiscal y una política de inversión pública.

El desarrollo democrático de Europa ha fallado también. La democracia y el Estado social son las dos características más importantes de la historia europea de la posguerra. Actúan como garantes de la paz social y política. Sin embargo en los tratados de la UE no existen mecanismos que ayuden a crear estos marcos de convivencia.

Tras este análisis de los factores que han llevado a la crisis del euro, el libro pasa a analizar las estrategias puestas en marcha en la Comunidad Europea para salvar la moneda única:

Los fondos de rescate, que implican el pago de la deuda por parte de todos los contribuyentes europeos, en lugar de solucionar el problema, lo extiende hacia otros países y puede acabar llevando a la quiebra de toda la eurozona.

Por otro lado, la estrategia de la quita total o parcial de la deuda, que está legalmente regulada para particulares o empresas, es curioso que no tenga una regulación a nivel de estados. Y estamos viendo cómo los acreedores, sobre todo Alemania, están imponiendo unilateralmente las reglas. Esto no es justo; Felber decía vehementemente en la presentación que es una práctica medieval. El mayor problema para aplicar la quita es que, dado que muchos bancos son sistémicos, podría caer alguno de ellos y llevarse por delante todo el sistema financiero mundial.

En cuanto a los eurobonos, que han sido largamente propuestos como la solución ideal al problema, Felber plantea sus dudas, ya que este mecanismo no reduce la deuda pública, sólo la abarata de forma temporal y limitada, lo que no está claro que evitara finalmente la deuda colectiva.

La solución más adecuada pasaría porque el Banco Central Europeo avale la deuda soberana, a la vez que los gobiernos de la Unión Europea coordinan una política fiscal cuyos impuestos podrían utilizarse para pagar la deuda. Esto es viable porque los activos privados europeos ascienden a una cantidad que multiplica varias veces la deuda pública. Si hubiese voluntad política, se podrían aplicar impuestos sobre las transacciones financieras, impuestos sobre el patrimonio de las grandes fortunas o sobre las rentas del capital que recaudasen lo suficiente para pagar la deuda.

Es importante tener en cuenta que la distribución de la riqueza cada vez en más desigual. En Alemania el 10% de la población posee la tercera parte de la riqueza total. Y no debemos olvidar que hasta ahora los causantes de la crisis han sido rescatados mientras que la mayor parte de los costes de la crisis se han cargado sobre los asalariados y los más pobres (mediante el IVA, las pensiones, recortes de salarios, recorte de los servicios públicos…).

Un tema sangrante es el fraude fiscal. El Deutsche Bank tiene, según una investigación de ATTAC, más de la mitad de sus filiales y vehículos de inversión en paraísos fiscales. Sólo en las Islas Caimán hay más que en Francfort. Sobran los comentarios.

Otro apartado interesante del libro se refiere a la política fiscal. No existe ninguna referencia a este tema en los tratados de Maastrich. En la actualidad, cuando un país de la UE se encuentra en una situación presupuestaria precaria no puede subir los impuestos porque los capitales y las empresas huyen al extranjero. En tales casos los países deben hacer recortes en sus gastos, lo que empeora la situación social y empuja al país hacia la recesión, como está ocurriendo ahora en España. Esto se podría resolver con un mínimo de unión fiscal.

En cuanto a las propuestas para la creación de un nuevo sistema financiero, plantea un fomento de los bancos orientados al bien común. Por ejemplo, que los bancos tuvieran en cuenta, a la hora de conceder un crédito, el impacto social y medioambiental del proyecto. Para ello, se podrían utilizar los balances del bien común.

Otro análisis interesante es la insostenibilidad de los mercados de fondos. La relación entre el patrimonio financiero creciente y la economía real es uno de las principales causas de la desigualdad e inestabilidad financiera. Es más que cuestionable esta forma de generación de rentas del capital.

El funcionamiento de las bolsas debe ser otro tema a analizar y modificar ya que en muchos casos su funcionamiento es puramente especulador y desestabilizador de la economía.

Finalmente, al igual que ya hizo en su libro sobre economía del bien común, Felber dedica un capítulo a la necesidad de un mayor desarrollo de la democracia. En este caso a nivel de la Unión Europea, donde queda mucho camino por recorrer. Más bien yo diría que acabamos de empezar a caminar. Algunas de sus propuestas son fundamentales si queremos construir una UE realmente democrática y socialmente justa. Aunque debemos ser conscientes de la complejidad de la empresa si tenemos en cuenta la historia Europea y la multiplicidad de culturas y valores que contiene.

Queda un año para las próximas elecciones europeas y en EQUO estamos ya analizando nuestras propuestas. Este libro nos ayudará a reflexionar y madurarlas. Muchas gracias a Christian Felber y ATTAC, sus propuestas nos serán de gran ayuda para construir una sociedad más justa.

Juan Luis Ballesteros
EQUO Madrid Ciudad Este