EQUO: Algunas personas de EQUO hemos participado en la iniciativa ‘Alternativas desde abajo’ http://alternativasdesdeabajo.org/, con el objetivo de realizar unas jornadas de debate abiertas, los días 7 y 8 de junio.
Participamos en estos debates, fundamentalmente, para señalar la prioridad de la regeneración democrática y la necesidad de cambiar el rumbo de la política. A los discursos que apelan a la unidad de la izquierda, sin ninguna autocrítica y a menudo en clave electoral, de poder y representación, hay que añadirles la participación e intervención ciudadana, para construir en común y recomponer la actividad política. Por esto mismo, no estamos de acuerdo en introducir o deslizar como objetivo «claves electorales», en momentos en los que se está iniciando un debate sobre las «causas» y los métodos para la cooperación política.
“Los de abajo frente a los de arriba” apela a los poderosos de las élites económicas, por supuesto. Pero para nosotrxs va también dirigido a las élites y burocracias políticas e institucionales, que han sido totalmente refractarias a la participación real. El cambio pasa por espacios comunes, donde se incorpore la capacidad de intervención directa de todos y todas.
Estamos convencidxs, además, que en una crisis política de esta magnitud, la diversidad contribuye a la regeneración de la democracia. La suma aritmética no siempre multiplica y, sin embargo, la diversidad, capaz de cooperar y compartir “causas comunes”, sí tiene un efecto multiplicador en la construcción de mayorías sociales.
La primera emergencia de la política, en general, y de la madrileña, en particular, es la regeneración democrática, como elemento indispensables para conquistar mayorías, capaces de impugnar las políticas neoliberales, que imponen los recortes y la injusticia, y gobiernan para los poderosos.
A la Ley Electoral y al bipartidismo, hay que sumarle también el inmovilismo de las propias estructuras de los partidos políticos de izquierdas. En algunos casos, su representación institucional, con presencia en las direcciones de entidades financieras (Cajas) , Televisiones (Telemadrid y otras) y otros Consejos, en las últimas décadas, ha lastrado la reconstrucción de un proyecto verdaderamente transformador para este país y para Madrid.
Todo ello ha consolidado, además, un modelo de crecimiento basado en el ladrillo y en las grandes infraestructuras, obviando la necesidad de un cambio de modelo energético y productivo, ante el agotamiento de los recurso naturales en un planeta finito.
De la misma forma que los movimientos ciudadanos han sido un elemento determinante para abrir debates que estaban soterrados, también creemos que la diversidad política , más proyectos, más flexibles y rápidos, garantizan mejor la regeneración democrática que la uniformidad y las viejas formulaciones.
Lo que ha hecho reaccionar y ha exigido y forzado cambios en las calles son las iniciativas ciudadanas, como las mareas, la PAH, el 15M, el 25S o ‘Juventud sin futuro’. Hay que aprender de estas experiencias, y evitar las pretensiones de intentar liderar desde arriba, y desde los aparatos de los partidos, operaciones formuladas únicamente en términos de representación electoral. Significaría retrasar los cambios imprescindibles que deberían ser imparables y que, para EQUO, son irrenunciables.
En el proceso de debate para la organización de las jornadas, hemos visto como se rechazaban algunas propuestas, optándose por un perfil ideológico y político restringido a espacios políticos muy determinados . Se ha optado – por ejemplo- por invitar al acto inicial a las CUP, como ejemplo de candidatura municipalista, pero se ha rechazado la participación de otras opciones municipalistas, sin una orientación ideológica tan marcada, pero de matriz más ciudadana.
Por otro lado, en el diseño de los talleres se ha trabajado en torno a un listado de temas ya establecidos previamente, entorpeciendo así la construcción de unos talleres que respondiesen principalmente al objeto de las jornadas, y dificultando la introducción de debates en torno a otros actores y elementos de la participación de la ciudadanía y su cooperación con los demás actores sociales. Además, la fusión tardía de algunos talleres ha dificultado el debate específico de temas fundamentales para nosotros, como los procesos para la participación política de la ciudadanía a través de elecciones primarias abiertas, la democracia en red o la necesidad de garantizar la transparencia de los partidos políticos, tanto en su financiación como en su agenda.
Creemos necesario establecer objetivos claros en el debate que se ha abierto para la cooperación política y con una metodología que nos permita superar la lógica de bloques del siglo XX, para compartir espacios con las iniciativas ciudadanas, en lugar de intentar liderarlas o representarlas.
En algunos momentos, se ha transmitido a los medios de comunicación un mensaje confuso y filtrado interesadamente por alguna de las partes.
Compartir objetivos, en nuestro caso – y así lo hemos expresado -, significa garantizar regeneración y transparencia, democracia real, con primarias abiertas, consultas, democracia líquida o rendición de cuentas. Y, además, por supuesto, propuestas contundentes de acción común sobre la deuda, el fraude fiscal, los derechos a la sanidad, educación y vivienda digna, o un modelo de desarrollo capaz de generar trabajo digno, sin sometimiento a los poderes financieros.
Por otro lado, el cuestionamiento del sistema político actual, y el agotamiento del sistema de partidos y del régimen del 78 exige avanzar en propuestas que garanticen la participación política de la ciudadanía, mucho más más allá de los círculos de activistas y de la afiliación a los partidos. Consideramos que la influencia del 15M va mucho más allá de una pequeña minoría muy ideologizada, y que sería un error comprometerlo con estrategias “tácticas” electorales.
EQUO, en este sentido, aclara que por el momento su compromiso es participar en un proceso de debate de estas características, cuyas conclusiones no queremos ni avanzar ni que se avancen. Lo fundamental, en todo caso, es el impulso y acción ciudadana, para tejer redes de cambio por abajo, con métodos radicalmente democráticos que no supongan, en ningún caso, decisiones por arriba.