Por Francisco Sánchez Molina @pKt14 , Portavoz Equo Antequera
Llega el verano, con él se marchan las precipitaciones y se multiplican las visitas turísticas. Poblaciones, principalmente de zonas de costa, multiplican sus habitantes, lo que lleva aparejado un aumento de consumo de alimentos, energía y agua; además, son más los residuos generados. El cambio climático amenaza con una reducción de precipitaciones en España y un aumento de las temperaturas, pero el turismo no tiene visos de descender. Las previsiones para 2016 hablan de la llegada de nada menos que 74 millones de personas, un 9% más que en 2015. Turistas que, de media, consumen 440 litros de agua al día, cifra que puede variar desde los 84 a los 2.000 litros diarios.
La disponibilidad de agua, en un marco de cambio climático que amenaza con una clara disminución de las precipitaciones en la cuenca mediterránea, se enfrenta a las presiones de la contaminación debido al uso intensivo que se hace de ella: el elevado uso de fertilizantes y sobrexplotación de acuíferos costeros son los principales causantes de la contaminación en las masas de agua. En España, el 25% de los acuíferos, que abastecen al 70% de los municipios españoles, están contaminados por nitratos, y otro tanto se encuentra en procesos de intrusión salina – los acuíferos costeros-. Además, el panorama es poco esperanzador a nivel mundial, ya que se espera que la eutrofización de las aguas superficiales y las zonas costeras aumente hasta 2030 (UNDESA, 2012). A nivel mundial, el número de lagos con floraciones de algas nocivas aumentará un 20% por lo menos hasta 2050.
España es el país de la UE con más playas no aptas para el baño y en 2015 se clausuraron 31 de los 34 espacios propuestos, por la mala calidad de sus aguas. Un ejemplo de esta situación la tenemos en el Mar Menor, que se enfrenta a una importante pérdida de turismo, fruto de su más que preocupante situación, por la mala gestión hídrica.
El informe de Sostenibilidad en España 2016, recientemente publicado, advierte de que no se están cumpliendo los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos en materia relativa al agua y la gestión está empeorando. No disminuye el consumo de agua y, por otro lado, los precios de la gestión del agua y de los saneamientos no paran de ascender debido, en muchas ciudades, a la privatización de estos servicios, vulnerando así el derecho del acceso al agua.
España ha sido sancionada por la Unión Europea por incumplimiento de la normativa marco del agua del año 2000. A día de hoy, tan solo hay aprobados 17 de los 25 planes hidrológicos de cuenca que Europa exigía a España, en relación con la normativa marco del agua. Además, en 2015 la UE demandó de nuevo a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por incumplir las directivas sobre depuración de aguas residuales urbanas. Actualmente, España tiene abiertos en este momento cuatro expedientes por la falta de depuración de aguas residuales, que afectan a unos 800 núcleos de población repartidos por todo el país. Tan solo se recicla el 84% del total de las aguas residuales urbanas.
Aunque no todo lo relativo al agua es negro. España ocupa el primer puesto de la UE en reutilización de efluentes de depuradora. Los volúmenes de reutilización se sitúan en unos 400 hm3 anuales, aún muy lejos de los 1.200 proyectados por la Administración para 2015.
El ayuntamiento de Mallorca, donde está nuestra compañera Neus Truyol, de Iniciativa Verds EQUO, ha anunciado un plan de medidas de consumo responsable de agua, que contará con la colaboración del sector turístico para su implementación y que incluye la elaboración de campañas que fomenten la racionalización de agua y un consumo responsable y requerir a los grandes consumidores (como centros comerciales, piscinas o aeropuerto) que tengan su propio plan de usos. El plan, también prevé que en fase de prealerta se evite regar entre las 8 de la mañana y las 8 de la tarde, que se apruebe una ordenanza específica sobre la gestión del agua y que se utilice agua regenerada para regar parques y jardines o llevar a cabo las tareas de limpieza de las calles. También se pondrá especial atención en la red de distribución de agua, donde se reducirá la presión en horario nocturno y se intensificará la vigilancia para detectar y reparar las fugas.
Siguiendo este ejemplo, desde EQUO tenemos propuestas para una gestión más sostenible de uno de los recursos más importantes:
- Aplicar medidas de consumo sostenible para evitar el despilfarro de agua y fomentar la reutilización de la misma: disminuir la presión del agua en las duchas, el riego con agua desalada, etc.
- Aumentar la sensibilización respecto al consumo de agua en época estival, especialmente en la población visitante y las infraestructuras turísticas.
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