A varear la encina

a-varear-la-encinaCarlos M. Ozcáriz

Este pasado sábado 30 de noviembre tuve la suerte de participar en una de las Jornadas de recogida de bellotas que promueve la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA), en este caso ARBA Alcosanse, y en la que participamos algunxs compas de EQUO (Verónica, José Luis, Marco y Daniel).

Bajo el eslogan: “A varear la encina” ARBA organiza jornadas en las que con personas voluntarias, se recogen bellotas en diferentes encinares, en este caso de la Comunidad de Madrid. El fin de estas recolecciones es recoger bellotas para disponer de semillas con las que, posteriormente, realizar plantaciones. De esta forma se colabora en la  repoblación de nuestros bosques y zonas quemadas con este tipo de árbol: la encina o Quercus. También se replantan otras especies en otras zonas de la Comunidad de Madrid.

El tiempo más propicio para realizar este tipo de recolecciones es el otoño, de octubre a diciembre. Las bellotas a recoger han de estar sanas, no mostrando agujeros, mordeduras o síntomas de podredumbre (se comprueba que estén sanas, quitándoles el “sombrerete” y observando que la cúpula o cascabillo presente un color blanquecino). Se recogen directamente del propio árbol, eligiendo los mejores individuos.

La Jornada comenzó en el margen derecho de la autovía A-1, a la altura de San Agustín de Guadalix. Acudimos 15 personas, de ellas, dos niños, y una perrita. El valiente Marco vino en bici con su hijito Leonardo desde Tres Cantos… todo un valiente (y más con el frío que hacía). Adentrándonos por un camino rural rápidamente localizamos numerosas encinas bien provistas de sus hermosos frutos. Pasamos buena parte de la mañana recogiendo bellotas en bolsas. El día había salido grisáceo y hacía bastante frío. Pero las ganas y el buen ambiente del grupo hicieron que soportáramos el frío con humor (y buenos abrigos).

Grupo-de-recogidaLlegó el momento de hacer recuento de lo recogido (un buen montón). Nos sacamos la preceptiva foto con “el trofeo” vegetal y nos encaminamos a Lozoyuela, al vivero artesano de Paco, Delegado de ARBA Alcosanse. Allí, bajo un entoldado, depositamos en recipientes de poliuretano blanco recuperados por Paco, las bellotas recolectadas, y las cubrimos de arena limpia de río, para su correcta conservación hasta el momento de su siembra.

El terreno en el que está este vivero-invernadero es una maravilla. Paco ha construido una acogedora cabaña de madera en la que organiza juntadas y encuentros. El  vivero-invernadero, situado en este terreno, ha sido recientemente construido por él de forma sencilla y con materiales recuperados; en él va a poner semilleros y generar numerosas plantas y árboles. Este rinconcito acogedor se ha convertido con el tiempo en una auténtica sede de “resistencia” y activismo ecologista que la gente de ARBA utiliza como centro de reuniones, formación, difusión y planificación de acciones, muchas de ellas contra los siempre presentes intereses especuladores y cortoplacistas en el entorno. Oír a Paco contar sus “hazañas” y encontronazos es una gozada. Son ya muchos los años que este ecologista (de corazón y acción) atesora en su haber. Ha luchado contra muchas iniciativas que, al calor del ladrillo, intentaron durante años dañar el entorno o construir “colmenas domingueras” en terrenos que están supuestamente protegidos… pero que con la política de los “hechos consumados” -en tantas ocasiones toleradas por ayuntamientos y vecinos- no han cesado de intentar imponer la economía del pelotazo y la destrucción del entorno.

Tras poner “a buen recaudo” las futuras semillas, acudimos a La Cabrera, a la recién inaugurada sede de la Asociación Sociocultural de Expansión Luna. En este local entrañable nos esperaban Paloma y su hija con la mesa puesta, el hogar encendido y una riquísima paella que nos devolvió el calor a nuestros ateridos cuerpos.

Tras ese estupendo ratito de charla y sobremesa, nos volvimos a Madrid, emplazándonos de nuevo para volver otra vez a la siembra de estas semillas, dispuestos siempre a colaborar con ARBA Alcosanse, y agradecidos por el día fructífero y agradable que disfrutamos.