(Publicado inicialmente por EQUO Segovia)
La Diputación de Segovia es la responsable y titular de la red provincial de carreteras, una red de más de mil kilómetros en la que Diputación actúa para el mantenimiento del firme, travesías en pueblos, señalizaciones y cunetas entre otros. En éstas últimas, la Diputación “ha vuelto a las andadas”; esto quiere decir que las actuaciones de limpieza y desbroce de cunetas que antes se hacían cortando con cizallas la vegetación y aspirándola (respetando así hábitats y ecosistemas) se ha sustituido por el método “troglodita” de aplicar herbicidas, con la consiguiente afección y muerte por contaminación de la cadena trófica de la fauna provincial, especialmente en especies como ranas, sapos, tritones, gallipatos, etc… todas ellas protegidas, y algunas de las cuales están consideradas de “interés especial” e incluidas dentro de la Directiva 92/43/CEE de Hábitats: Anejo II, IV.
Debido a su singular forma de vida, los anfibios son especialmente sensibles a la utilización de herbicidas. Las cunetas recogen gran parte de la escorrentía de extensas superficies, lo que da lugar en ocasiones a la formación de encharcamientos temporales o permanentes de gran biodiversidad, que sostienen importantes comunidades de invertebrados, vegetación acuática y pequeños vertebrados.
Son por ello, lugares de reproducción y alimentación para anfibios y reptiles. Algunas especies de sapos, como el sapo corredor, tienen en las cunetas y otros puntos de agua de efímera duración sus principales puntos de cría.
La manifestación de la contaminación por herbicidas es, en muchos casos, la muerte masiva de anfibios, en otros casos, producen inhibición del crecimiento, y metamorfosis de renacuajos, la reducción de las tasas de fecundación o alteración de diversas actividades y conductas vitales para la reproducción, defensa o captura de alimento.
La aplicación de herbicidas, generalmente no selectivos, afecta a la vegetación acuática, perdiéndose refugios y sustratos de puesta, pero también desaparece gran parte del fitoplancton que constituye la base
de las redes tróficas del ecosistema acuático. Los pesticidas usados para combatir las plagas tampoco son selectivos y acaban con gran parte de la comunidad de invertebrados, que son la principal fuente de alimento de los anfibios.
Evidentemente, la cadena trófica incorpora a su ciclo este tipo de productos. Las cunetas encharcadas, así como son frecuentemente zona de reproducción de algunos anfibios, son igualmente la despensa de muchos depredadores; cigüeñas, milanos, culebras, mamíferos como comadrejas, erizos y un sinfín de animales acuden a estos lugares en busca de presas. Las consecuencias son impredecibles, pero hay que considerar que incluso depredadores activos como el águila imperial se comportan ocasionalmente como carroñeros.
Uno de los herbicidas más usados para combatir la proliferación de la vegetación en las cunetas de las carreteras es el glifosato. Según El departamento de herpetología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi «El glifosato, incluso en dosis menores a las recomendadas en los prospectos por los fabricantes, produce una mortalidad absoluta en las diez especies estudiadas». Cuando no son letales, causan deformaciones genéticas y malformaciones embrionarias. Se trata de la primera investigación que analiza los efectos del glifosato en especies europeas, porque hasta la fecha solo se habían estudiado en el continente americano, con conclusiones similares a las obtenidas ahora por Aranzadi, subrayaron Xabier Rubio, Carlos Cabido y Ion Garin, parte del equipo de la sección de herpetología.
Una parte importante de la provincia de Segovia se haya englobada dentro del LIC, ZEPA y Parque Natural Sierra de Guadarrama. Muchas de las especies potencialmente afectadas están protegidas, y algunas de ellas son endemismos ibéricos catalogados como “Vulnerables”.