Razones para una Huelga General

La derecha de este pais, pura y dura derecha donde las haya, basta tener en consideracion la interminable e incansable lista de medidas restrictivas en derechos sociales que esta tomando desde que accedio al poder en las ultimas elecciones generales, no ha parado de desligitimar la huelga general convocada para mañana.

Lo está haciendo con una serie de argumentos que en nada puede convencer, a saber:

– La huelga general no sirve para nada. Tal argumento no puede converncer. Lo que no sirve para nada es no secundarla. Sin ir mas lejos podemos retroceder en el tiempo hasta el 20 de Junio de 2002, la «Huelga del Decretazo». Una consecuencia de la misma fué que Aznar destituyera al entonces ministro de trabajo, Juan Carlos Aparicio, poniendo en su lugar  a Eduardo Zaplana. Al poco hubo negociación con los sindicatos mayoritarios, lo cual vino a suavizar aquellas cuestiones mas peliagudas. Eso por no decir que en el año 2007 tal decreto se declaró inconstitucional por carecer de justificante la urgencia y extraordinaria necesidad del mismo.

– Hablan de la mala imagen que se dá del pais. Y digo yo, que para mala imagen ya tenemos todo el asunto bancario y la vergüenza que supone inyectar dinero a los mismos mientras se abandona a su suerte a los ciudadanos que han sido victimas de sus tropelias hipotecarias. Para mala imagen ya tenemos la angustiosa y angustiante cifra de 6.000.000 de desempleados e intimamente unido a ello, el aumento de la economía sumergida, siempre para beneficio de ese incultura empresarial imperante en nuestro pais. Para mala imagen también tenemos los desgraciados acontecimientos de los suicidios a consecuencia de los desahucios. Para mala imágen, la de esa clase política incapaz de desafiar a un sistema que ha quebrado e incapaz de articular alternativas al mismo. Para mala imagen, y unido a lo anterior tenemos una inexistente oposición, incapaz de articular un discurso coherente y un auténtico liderazgo carente de contradicciones, a la par que ilusionante por contar con caras nuevas capaces de generar una alternativa politica; que no una alternancia rancia.

– Afirman que no es el momento. Claro que para la clase gobernante jamas será el momento de una huelga general, gobierne quien gobierne, ya sea la izquierda (cada vez menos izquierda) o la derecha (cada vez mas derecha y extrema). No será el momento pero tal vez debieran preguntarselo a la enorme cantidad de ciudadanos que se encuentran por debajo del nivel de pobreza, a esos seis millones de parados, y a la ciudadanía, siempre la mas debil, que es victima de los sacrificios. Queda claro que para los dirigentes nunca será el momento de una huelga general pero lo que no tendría sentido alguno sería llevarla a cabo cuando vivamos los fecundos años de vacas gordas.

– Argumentan negativamente el carácter político de la huelga general. Por supuesto que es una huelga política. Todas las huelgas lo son, como también lo son todos los actos en los que la ciudadanía se presenta como protagonista. Que nadie se rasgue las vestiduras por ello. No hay nada negativo aunque se esfuerzen denonadamente por convencernos de la maldad que tal argumento conlleva.

Hay razones más que sobradas para la huelga general. Yo mañana hare huelga, como siempre he hecho, con independencia de quien gobierne, y en el convencimiento de que la única huelga que no sirve para nada es aquella que no es secundada por la ciudadanía.

Perfe Arias