
El partido político advierte de las consecuencias de “un golpe de mano” a seis meses de las elecciones.
EQUO Madrid ha acompañado a la Plataforma contra la privatización del Canal de Isabel II en una concentración para denunciar que el agua de todos se vende en forma de bonos en el mercado de valores.
Con este movimiento la Comunidad de Madrid consolida la privatización de CYII, permitiendo la entrada de capital privado en una de la empresas públicas que más ingresos producen y que hasta ahora se debían reinvertir en las instalaciones y la preservación de los acuíferos de nuestro región.
El Canal de Isabel II, es una empresa pública saneada que puede asumir sus propias inversiones para depuradoras o para mejoras sin que suponga ningún riesgo en la viabilidad de la Empresa. EQUO Madrid ha denuciado que las intenciones privatizadoras del gobierno regional nada tienen que ver con estas inversiones como quieren hacer creer, sino con el negocio del agua y las aspiraciones de determinados sectores económicos para convertir en un negocio lucrativo lo que hoy es patrimonio común de los madrileños.
EQUO Madrid ha recordado que ya en el año 2008, Esperanza Aguirre anunció la inminente privatización del Canal de Isabel II y la creación de una Sociedad Anónima que controlaría el 49% de las acciones. El anuncio produjo una fuerte reacción y movilizaciones, y quedó temporalmente aparcado. Para la formación la entrada ahora del capital privado supone un nuevo intento de privatizar el Canal, una intención que nunca dejaron de lado.
Pablo Aldama, coportavoz de EQUO Madrid ha denunciado que “han obviado de forma sistemática la consulta ciudadana -organizada por la Plataforma contra la privatización del Canal de Isabel II- en la que 180.000 personas se opusieron a su privatización. Ahora con la decisión del Consejo de Administración pretenden dar un golpe de mano a seis meses de las elecciones, que compromete seriamente el futuro de la empresa pública.”
Para la formación ecosocialista el agua en su doble condición de derecho y bien escaso, solo puede ser gestionado desde los criterios de sostenibilidad, solidaridad y justicia social. Dejar la gestión del agua de todas y todos los madrileños en manos privadas representa un cambio en las prioridades, poniendo por encima de un bien público y necesario para la vida, el beneficio de sus accionistas. EQUO defiende un nuevo modelo de gestión de agua 100% público, transparente y participativo.
Aldama, que ha estado hoy en la concentración “Mantener la gestión pública del agua es una exigencia democrática, no debemos permitir que por la puerta de atrás y con opacidad se ponga en riesgo un patrimonio de toda la ciudadanía. Los criterios de negocio, de mercado, mercado, especulativos o derrochadores no garantizan la protección de un bien imprescindible.”