El 14N, Huelga General, muchos compañeros de Equo Madrid Ciudad Sur (QMCS) hicimos huelga y salimos a la calle a defender nuestros derechos. Historias hay tantas como personas estuvimos en la calle, o hicimos huelga, o ambas. Aquí queremos recoger algunas de las experiencias que hemos vivido desde el grupo de QMCS.
José Luis
El pasado 14-N una representación de los militantes de EQUO Madrid Ciudad Sur participamos en la concentración en defensa de la escuela pública convocada por la Plataforma Latina Reverde de la que formamos parte. Esta concentración tuvo lugar en la plaza del intercambiador de Aluche entre las 12:00 y las 13:00 h. y a la misma nos sumamos unas 300 personas de todo el distrito de Latina. En la concentración había representación de todo el espectro de edades, pues participaron desde niñas/os en edad de cursar educación primaria hasta mayores que decían estar allí para impedir una vuelta a los tiempos en que ellos acudían a la escuela.
A las 13:00 h. salió desde el intercambiador una manifestación que recorrió las calles de Aluche bajo el lema: “No a los recortes. Si al empleo digno y los servicios públicos” y a la que nos sumamos todas/os las/os asistentes a la concentración anterior.
Iván
La manifestación de Latina por la huelga general estaba organizada por varias asociaciones vecinales, sociales y políticas del distrito (AV Aluche, AV Lucero, Frente Cívico “Somos Mayoría” Latina, EQUO Madrid, IUCM Latina, PCM Latina, JC Latina, IA Latina). Hubo una gran participación ciudadana y se perdía en la vista la cantidad de gente que había venido de toda Latina; después, AVA informó de que fueron unas 2.000 personas.
Marché en la cabecera de la manifestación como representante de EQUO Madrid junto a un miembro de cada una de las asociaciones convocantes, sujetando entre todos la pancarta con el lema “No a los recortes. Por el empleo. En defensa de los servicios públicos”. Íbamos precededidos de chavales de la Marea Verde y el Sindicato de Estudiantes, que nos iban abriendo el paso por las calles del barrio de Aluche. En el transcurso fuimos coreando frases de apoyo a los sectores sociales desfavorecidos por los recortes y a la educación pública de calidad.
Recorrimos la calle Maqueda, la calle Tembleque, la avenida Padre Piquer, la calle Escalona y la calle Illescas, para acabar en la explanada del Parque Aluche. Fue un muy buen itinerario por cruzar toda la parte occidental del barrio de Aluche.
En el Parque Aluche, corazón del barrio homónimo, la manifestación acabó con la arenga de Arantxa Alonso, de la AV Aluche, denunciado todas las injusticias de las contrarreformas del Gobierno español por las que mostrábamos nuestro rechazo en las calles.
Por la tarde fui a la manifestación del Centro, llegando tarde a la hora fijada para el punto de encuentro de EQUO, debido al riguroso cumplimiento de la huelga por l@s trabajadores de Metro. Tras una larga búsqueda encontré donde marchaban mis compañer@s de EQUO. Por el Paseo del Prado y el Paseo de Recoletos, portando una bandera púrpura de EQUO (color republicano), llegué junto a l@s demás a la Plaza de Colón.
Al acabar la manifestación, fui con los compañeros Carlos O. y Jacinto a echar un vistazo el panorama de las calles circundantes. Había una sentada en la Plaza de Cánovas del Castillo (Plaza de Neptuno) por personas de Rodea el Congreso.
Bajando por el Paseo del Prado, había unos “periodistas” que con saña no hacían más que hacer fotos a los destrozos que habían realizado unos enérgumenos que no habían participado en la manifestación y, entre los tres, les recriminamos que dónde quedaba la función del periodismo de informar veraz y objetivamente de la realidad de los hechos si en los medios presentaban sola y exclusivamente las agresiones, obviando en su totalidad la manifestación y sus demandas ciudadanas. Se hicieron los locos o echaban la culpa a su jefe diciendo que eran unos manda’os.
En la Plaza del Sol vimos cómo la policía y gente que protestaba jugaba al gato y al ratón. Cachearon y también detuvieron a algunos por expresar demandas metiéndoles al furgón (¡¿qué les harían ahí dentro?!). A las personas que perseguían la policía les disparaba pelotas de goma tirando a dar y haciendo gran estruendo al chocar con unas vallas metálicas de obras (¡vaya formas de contención!).
Finalmente nos volvimos a nuestros hogares satisfechos de que habíamos dado un empujón más para derribar el muro de la injusticia social.
Carlos: Bici-piquetes
14 de noviembre. Jornada de huelga general. Eran las 8 de la mañana cuando unas cuantas bicis nos dejábamos ver en torno a las Glorietas de Atocha, Neptuno y Cibeles. En pocos minutos más y más ciclistas se iban uniendo a esta marcha que seguía haciendo el “circuito” entre estas plazas.
Con un pedaleo tranqulo, e intentando ir en paralelo, estábamos trazando una línea multicolor y vulnerable delante de tanto vehículo urgido por las prisas y el ruido. Muchos conductores –de coches y de motos- se ponían nerviosos e intentaban por todos los medios adelantar por cualquier hueco o resquicio a este grupo de “inconscientes” que seguían cantando consignas mientras pedaleaban a ritmo de paseo, como si de una mañana de domingo se tratara.
El grupo fue creciendo y creciendo. Seguimos durante un buen rato haciendo este “circuito” céntrico entre las glorietas. Y seguían sumándose más y más ciclistas. Cada vez les costaba más a los vehículos adelantar o sortear a este grupo, pero alguno seguía insistiendo aún a costa de la seguridad de los pedaleantes.
Desde Atocha nos dirigimos hasta la calle Velázquez que transitamos casi hasta el final. Siguió la mañana recorriendo calles y plazas de la zona “noble” de la ciudad, al grito unánime de “hoy no se trabaja, hoy no se consume”, de manera festiva. Seguían las paradas en los cruces, el nerviosismo de los conductores, el intento de diálogo con ellos, las canciones y proclamas.
En un momento determinado, cerca del mediodía, toda la ya enorme columna ciclista, nos dirigimos al Hospital La Princesa para solidarizarnos con trabajadoras y trabajadores, con pacientes y personal que estaban allí concentrados. La ilusión de todas estas personas fue grande cuando vieron aparecer esta “marea” de pedales gritando consignas a favor de la sanidad pública y del hospital. Allí estuvimos casi media hora concentrados. Entre varias personas intentábamos hacer cálculos sobre cuántas bicis nos habíamos juntado allí, pues coincidimos con otro “pelotón” de bicipiqueteros, que venían del norte de la ciudad. Yo creo que podíamos ser casi 2000 bicis, pero no me atrevería a afirmarlo, dado lo difícil que es calcular con acierto.
Cuando pudimos hacer llegar la voz a todos los participantes, pusimos rumbo al Paseo de la Castellana, al que llegamos y por el que transcurrimos la marcha, ralentizando el tráfico en el sentido de la marcha, en dirección de nuevo a la Glorieta de Cibeles, en la que nos unimos con otro nutrido grupo de piquetes “a pie” que estaban siendo “custodiados” por miembros de la UIP a fin de que no invadieran la calzada.
En Cibeles la marcha ciclista piquetera consiguió paralizar por completo el tráfico. Se vivieron momentos tensos con la policía, tanto municipal como nacional, allí congregada. No había sido este el único momento de tensión. Una hora antes, frente a la Embajada de Estados Unidos, la impaciencia del conductor de un todoterreno invadiendo la acera a toda velocidad para sortearnos, provocó que una patrulla de la policía se acercara y que, al final… ¡intentara arrestar a uno de los nuestros! en vez de amonestar y multar al temerario conductor. La unión y firmeza de todas y todos los que participábamos consiguió disuadir a los policías de intentar llevarse a ese compañero. Después en Castellana también fuimos “asaltados” por varios furgones policiales, esta vez de la Policía Municipal, viviendo momentos de tensión por sus modos prepotentes e intención de arrestar a otro compañero. De nuevo la unión consiguió disuadirles y acabaron soltándolo, ante la amenaza por nuestra parte de no irnos de allí hasta que lo hicieran.
Tras el corte de tráfico en Cibeles, y dado que las cosas se estaban poniendo “calientes” con la policía, que empezaba a golpear a algunos ciclo-piquetes, decidimos subir por la Gran Vía. De nuevo los furgones de la UIP nos cortaron el paso impidiéndonos llegar a Callao. Pero eso no nos disuadió y, divididos en grupos más pequeños, nos introdujimos unos por Chueca, otros por la orilla contraria de la calle Gran Vía, para intentar llegar a la plaza del Celenque, desde donde partía una marcha de piquetes. Mi grupo, de unos 30 ciclistas, conseguimos llegar, aunque no pudimos ver ya a todos y todas los que habíamos conformado el gran grupo ciclo-piquetero de hacía pocos minutos.
La impresión que me quedó tras esta experiencia es que un grupo grande de gente en bicicletas tiene una gran capacidad de llamar la atención de la gente, por su vistosidad. A la vez, posee una gran flexibilidad de movimientos, rapidez de llegada a cualquier sitio y, por no ser muy frecuente, creo que puede captar la atención. Con esta forma de presencia, además, estamos apostando por una movilidad limpia, alternativa y eficiente.
Desde EQUO tenemos que seguir apostando por la bici, no solamente como medio de transporte, sino también -como ya hemos hecho otras veces- como forma de visibilidad y protesta, de convocatoria y acción.
María: piquetes por la ciudad
Desde el comienzo del día 14 anduvimos por la ciudad con un piquete, primero del 15M por la zona de Lavapiés y más tarde nos unimos al de CCOO que transcurría por la zona de Huertas. Ambiente tranquilo, pocos comercios abiertos y mucha presencia policial que rompía con un ambiente reivindicativo pero tranquilo.Tras varias horas por la ciudad fuimos a descansar hasta el día siguiente.
A las 12h nos unimos al piquete organizado por, entre otros, la Asamblea de Arganzuela. La idea era ir desde Callao hasta el Hospital La Princera, pasando por Plaza Celenque. Ya en Calleo el número de personas era muy grande, cortamos varias veces el tráfico y cuando la policía nos separó para permitir el paso de los coches, comenzamos nuestra marcha. Más que un piquete parecíamos una manifestación recorriendo las calles de Madrid y cerrando comercios. La calle Arenal, Sol, Montera, Gran Vía fueron parte de nuestro recorrido hasta llegar a Cibeles, donde, intentando cortar el tráfico y seguir nuestro camino, la policía nacional intervino y cargó contra los manifestantes provocando series daños a varios de ellos. En pocos minutos Cibeles estaba tomado por la policía nacional y municipal y decidimos descansar un rato hasta la manifestación de la tarde.
A las 18h acudimos a la manifestación convocada por el Bloque Unitarios y el 15M entre otros que salía de la Plaza Beata hasta Atocha. Cuando todavía no había comenzado la manifestación y éramos unos cientos de personas, nos dimos cuenta que una marea humana bajaba desde Atocha por Delicias para unirse a la marcha. Lo que era la cabecera de la manifestación quedó relegada al medio e incluso final de la misma, de la cantidad de gente que había. Nunca pudimos ver el principio de la marcha, y tampoco el final. Era un continuo de gente andando y pasando, demostrando con ganas su hastío ante esta situación y crisis.
A las 20h, y con un cansacio increible, dejamos la manifestación en Atocha y a las miles de personas que seguían su camino dirección Neptuno, Cibeles e incluso, Colón.
Un bonito final para un mejor día.