La Semana Europea de la Movilidad ha arrancado este año con un interesante debate convocado por el Ayuntamiento de Madrid y, en su nombre, por nuestra Concejala Delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés. El tema: “Pacto ciudadano por la movilidad y la salud”.
Son ya muchos años “celebrando” esta llamada Semana Europea de la Movilidad que, realmente, siempre hemos vivido como uno más de estos nombrados “días o semanas internacionales” de algo: medio ambiente, derechos (mil y uno), y un largo etcétera. Cada año esta Semana de la Movilidad ha “pasado” por nuestra sufrida ciudad sin pena ni gloria, “a mayor gloria” de los políticos municipales de turno, que la han presentado junto a alguno de esos actos “de galería”, como refrendo de –a su juicio- un camino afianzado en nuestra ciudad, de amabilidad, sostenibilidad y salubridad. Pura hipocresía y, lo peor de todo, una malsana intención de seguir tratándonos a las madrileñas como personas estúpidas y agradecidas.
Por eso este año me siento mejor, más optimista, más “persona”, más protagonista. Porque el solo hecho del debate inaugural en el edificio de Cibeles, de las personas y colectivos invitadas como ponentes y asistentes, ya sonaba a indicio de que otras notas empezaban a sonar en la casa de todos que es, al fin y al cabo, nuestro ayuntamiento.
Comenzar esta Semana invitando a grupos diversos y con trayectoria en la búsqueda de una ciudad más amable, más humana y menos “motorizada” es un claro indicador de que los planteamientos y puntos de partida están cambiando. Y, sobre todo, comprobar la voluntad del Ayuntamiento de empezar a “hacer”, de contar para ello con la opinión y valoración de todas, en la búsqueda de ese imprescindible “pacto ciudadano” que saque de una vez a esta ciudad del dominio absoluto y tiránico del vehículo a motor, del diseño de todo en función del coche y, sobre todo, de la insalubridad en la que llevamos ya demasiados años sepultados.
En tres mesas seguidas tomaron la palabra las personas y colectivos más implicados, primero en el diagnóstico de la ciudad, después en las propuestas y alternativas de futuro y, por último, en el protagonismo político municipal, los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento.
Resalto aquí el hecho que un ponente se atrevió a constatar, al decir que era la primera vez que, tras la presentación de un acto de este tipo (y creo que han sido hasta ahora muy pocos los habidos), el/la concejal/a de turno “se quedaba” a todo el acto, tras su presentación. Y en este caso, Inés no sólo se quedó, si no que tomó buena nota de todo lo hablado para finalizar el mismo señalando que “no podemos seguir así”, que es urgente e inevitable comenzar a poner en marcha medidas:
- de mejora de la calidad del aire (“asignatura” en la que suspendemos una y otra vez) por el incumplimiento reiterativo de los límites de contaminación que marca la OMS y por lo que acumulamos sanciones de la UE;
- de “pacificación” de la ciudad, que abra la misma a peatones, biciclistas y un transporte público universal y de calidad.
- de limitación, por tanto, del tráfico motorizado privado, auténtico protagonista de esta ciudad y “devorador” de su espacio.
Es un reto difícil, costoso (¿quién dijo que va a ser fácil?), que, tal y como se afirmó en el debate, pasa por una buena “pedagogía” a la ciudadanía usuaria del espacio y las vías públicas. Siempre acompañada de ese “hacer” tan necesario y que pasa necesariamente por limitar o rescindir el uso del vehículo privado a motor en nuestra ciudad.
En esa dinámica de concienciación y activismo vamos a estar apoyando al Ayuntamiento y trabajando por hacer de esta ciudad un entorno amable para las personas y el medio ambiente.
Carlos M. Ozcáriz