Obras ilegales en suelo protegido de El Escorial

Las fincas rústicas de Las Zorreras la Colada de Navalquejigo, ambas situadas en El Escorial al otro lado de la vía férrea, has estado sufriendo actuaciones dañinas para el medio ambiente sin ningún tipo de autorización durante el periodo estival. Las actuaciones, denunciadas por el grupo conservacionista Ecologistas en Acción, han sido las siguientes:

Finca Las Zorreras, ubicada en Suelo No Urbanizable de Especial Protección, Grado 1, que forma parte del territorio histórico delimitado por la Cerca de Felipe II, declarada Bien de Interés Cultural:<

– Desmontes y allanamiento de terreno con excavadoras y retroexcavadoras que han modificado completamente el ámbito.
– Afección a la masa arbórea y arbustiva (sepultando hasta 50 centímetros los troncos de algunas encinas y talando otras).
– Apertura de caminos, con eliminación de cubierta vegetal y arbustiva.
– Actuación ilegal en el cauce de un arroyo, tributario del Arroyo Ladrón, con apertura de pozos y construcción de varios puentes.

Colada de Navalquejigo (conocida como Camino Viejo de El Escorial), perteneciente a la Red de Vías Pecuarias y que forma parte del patrimonio histórico de la Comunidad de Madrid:

– Ensanchamiento ilegal (al no contar esta actuación en dominio público pecuario con el informe preceptivo de la Comunidad de Madrid) en un tramo de aproximadamente un kilómetro, para permitir el tráfico de vehículos motorizados no autorizados;
– Vertido de grandes cantidades de arena;
– Podas antirreglamentarias de encinas centenarias en los márgenes; eliminación de brotes de encinas, chopos, rosal silvestre y otros.El colectivo Ecologistas en Acción ha hecho recientemente un llamamiento a las autoridades competentes para que en el ejercicio de sus funciones, depuren responsabilidades y paralicen definitivamente estas obras ilegales que están afectando de forma irreversible a todo el ámbito que, en base a su importancia ecológica e histórica, goza de altos niveles de protección. En cumplimiento de la legalidad vigente, y tras imponer a los infractores las sanciones que pudieran derivarse, deberán repararse los daños ocasionados que, en el caso de la vía pecuaria, significará su restauración al ser y estado previos a cometerse la infracción.

Cronología de los hechos

El pasado mes de agosto, vecinos de la urbanización Los Arroyos de EL Escorial alertaron a Ecologistas en Acción de los daños que estaban ocasionando unas obras en la finca rústica Las Zorreras, y en la Colada de Navalquejigo, por la que se accede, después de cruzar las vías del tren, entre las estaciones de Las Zorreras y El Escorial.

Después de poner estos hechos en conocimiento de la Guardería Forestal, Ecologistas en Acción cursó la correspondiente denuncia al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), al Ayuntamiento, a Disciplina Ambiental y al Área de Vías Pecuarias de la Comunidad de Madrid. El Concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento comunicó telefónicamente que estas obras no contaban con licencia municipal ni informe favorable de la Comunidad.

Tras personarse en el lugar de los hechos los agentes forestales, la policía municipal, agentes del Seprona y de la Confederación Hidrográfica del Tajo y emitirse Acta de Paralización Cautelar, las obras aquí descritas se paralizaron.

El martes 20 de septiembre, Ecologistas en Acción supo por vecinos de la zona que las obras se habían reanudado. Se informó de este hecho a los Agentes Forestales, Policía Local y Concejal de Medio Ambiente. El viernes 23 una excavadora provista de puntero todavía perforaba las formaciones graníticas que alberga la finca.

El lunes 26 de septiembre las máquinas habían desaparecido. En el Ayuntamiento comunicó que se iba a proceder al precintado de la finca.

Un poco de historia

La cerca de Felipe II es un muro de piedra seca de más de 50 kilómetros que encierra los antiguos dominios reales (con sus puertas y puentes históricos, saltaderos de caza, inscripciones, etc.) alcanzando una altura entre 1,5 y 2 metros; data del siglo XVI pero no se cerró completamente hasta el siglo XVIII con Carlos IV. Su valor histórico quedó remarcado cuando el gobierno de la Comunidad de Madrid, a través del Decreto 52/2006, declara Bien de Interés Cultural el Territorio Histórico del Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial, del cual la Cerca de Felipe II es elemento delimitador y constituyente.

Gran parte de sus elevados muros aún se conservan en pie. Entre la linde de las fincas Prado Nuevo y la Granjilla queda bien visible un tramo, también en todo el contorno de separación del antiguo término de Navalquejigo, bordeando el arroyo y atravesando la vía del tren, justo en el camino llamado viejo de el Escorial, se conserva la puerta de Navalquejigo.

Esta cerca incluía las grandes fincas del monasterio como la Herrería, La Fresneda o Granjilla, que comprendía también Las Radas, Campillo y Monasterio. En total había 10 puertas rematadas casi todas ellas de piedras con forma de pirámide, como se conserva en las Cabezuelas. Otros puntos de interés son los puentes de caballerías, como el de los Buzones y el del Zarzalón. Pero sin duda son los saltaderos el rasgo más peculiar que se puede localizar en estos muros.

La Colada de Navalquejigo estaba integrada dentro de la Cañada Real Segoviana empleada por los pastores para la trashumancia. La trashumancia era un sistema de ida y vuelta de migración de ganado entre los pastos de verano o “agostaderos”, en las cumbres de las montañas y los pastizales de invierno o “invernaderos” en los valles abrigados y más bajos.Originalmente tenía una anchura de más de 75 metros. Pasaban al menos 3 millones de ovejas que hacían 160 a 720 kilómetros en cada dirección. En la edad media este camino era un pasto alargado para criar lana fina de oveja merina.

Desde la época íbera se hacen migraciones de ganado. En 1273 Alfonso X creó la Mesta para mantener la tensión de la Reconquista. La Cañada Real Segoviana era una de las tres cañadas reales, uniéndose con la leonesa: venía desde la Rioja, Segovia, Sigüenza, Buitrago, Manzanares el Real, Navalquejigo y Escalona. Invernaban cada año en los encinares de Talavera, Guadalupe y Almadén. Los rebaños procedentes de Segovia recorrían de 200 a 300 kilómetros, los de León de 500 a 650 kilómetros; la distancia media era de 20 a 25 kilómetros, al día; todo lo hacían en un mes, a finales de octubre estaban en Extremadura y a mitad de abril empezaban la vuelta hasta mayo.