No se le puede poner vallas al campo


Esta semana el Diario Público ha dedicado un par de artículos al vallado kilométrico que se está llevando a cabo en el Monte de Pozuelo y del Pilar, un bosque histórico de unas 800 hectáreas a apenas 15 kilómetros de la Puerta del Sol. Esas vallas privadas, levantadas por los propietarios de los terrenos, en su mayoría condes y marqueses, son tupidas, no están permitidas por la legislación, se han levantado sin realizar un mínimo estudio de impacto ambiental, e impiden el paso natural de la fauna, además del acceso a decenas de veredas y caminos por los que se ha transitado durante cientos de años.

El Monte del Pilar y de Pozuelo es una isla de bosque mediterráneo rodeado de asfalto en el interior de la Comunidad de Madrid. Sus miles de pinos y encinas son un pulmón para las 180.000 personas que viven en los alrededores. De su área total, 446 hectáreas pertenecen a Pozuelo de Alarcón, casi todas en manos privadas; otras 249 hectáreas son de Majadahonda y las 109 restantes corresponden a Madrid (todas ellas gobernadas por el Partido Popular). Es continuación natural del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares que se ha separado artificialmente del mismo por la A6 y las urbanizaciones que en sus dos márgenes se han ido construyendo a lo largo de la última mitad del siglo pasado, El Plantío primero y La Florida después.

El bosque es un vestigio de lo que fue el Cazadero Real de Madrid, donde se situó la Corte de Felipe II. Según consta en el Catastro del Marqués de la Ensenada de 1750-1754, en su origen es un bosque comunal surcado por numerosos caminos, sendas, veredas y arroyos y es explotado por los vecinos del municipio. Con motivo de la desamortización de Pascual Madoz y las necesidades económicas de la Hacienda pública pasa a manos privadas en 1863, pero conservando los vecinos los derechos de uso de los caminos, veredas, fuentes y arroyos.
El propietario inicial fue segregando y vendiendo una serie de grandes parcelas que se fueron vallando sin respetar las servidumbres que tenían cuando se adquirieron ni los derechos de uso público de los vecinos. Se apropiaron de los caminos, carriles, sendas y veredas para su uso exclusivo. Vulneraron las servidumbres de uso público de cinco metros a cada lado del cauce de los arroyos, como el de Las Cárcavas que nace en el interior de una de las fincas y que se continúa, ahora canalizado bajo la M-40, por el actual Parque de Las Cárcavas entrando por debajo de las vías del tren en el municipio de Madrid. De igual manera, se han apropiado de fuentes como la de La Escorzonera, situada en dominio público hidráulico, construida por Ventura Rodríguez, alrededor de la cual, los mozos de Pozuelo celebraban, tradicionalmente, fiestas y romerías.
La única finca que permanecía sin vallar era la situada más al noroeste del monte, en el límite con el término municipal de Majadahonda y era utilizada tradicionalmente por numerosos vecinos de este municipio y de Pozuelo como zona de asueto de familias y deporte, sin hacer distinción entre la parte situada en uno u otro municipio y siempre se ha observado por todos ellos un uso respetuoso con el medio natural en el que se desenvolvían.

La expansión urbanística agresiva y las cesiones municipales ante los propietarios de los terrenos han permitido la amputación de distintas zonas en los límites del Monte, sobre todo en los Ayuntamientos de Pozuelo y Majadahonda. Tanto en un municipio como en otro, la presión vecinal ha hecho frente, con éxito diferente, a esos intentos urbanizadores. A principios del año 1999, en virtud de lo dispuesto en el PGOU aprobado en 1997, el Ayuntamiento de Majadahonda llegó a un acuerdo con los cerca de 70 propietarios para que la parte del monte situada en su término pasara a propiedad municipal, compensándoles económicamente con el reconocimiento de los derechos de construcción de viviendas en la parte del monte más próxima al municipio sin masa arbórea. Hoy el Monte del Pilar es un Parque Forestal Público conservado por el Ayuntamiento y abierto al uso de todos los ciudadanos.

En Pozuelo, los intentos urbanizadores de algunos propietarios tuvieron éxito. El centro comercial de El Corte Inglés y los edificios de oficinas próximos fueron la amputación de una parte del Monte y la construcción de urbanizaciones como Monte Claro y Las Encinas supusieron otros importantes bocados al monte en una zona de especial riqueza arbórea; sin embargo en la parcela del Maisan en la que se llegaron a construir las calles, los intentos de construcción se vieron paralizados por las acciones de presión de los vecinos que consiguieron que en el año 2002, el PGOU de Pozuelo declarara el Monte de Pozuelo como Suelo No Urbanizable Protegido-Forestal y se enmarcara en el de Espacios Libres con vocación de uso público. El Ayuntamiento, a pesar del tiempo transcurrido, aun no ha llegado a ningún acuerdo efectivo con los propietarios para liberar el Monte.

Nombres conocidos de la alta burguesía son los actuales propietarios del Monte: Juan Güell Martos, conde de Güell; Angustias Martos Aguirre, condesa de Heredia-Spínola, o la familia Oriol, descendientes de José Luis de Oriol Urigüen, carlista y fundador de Hidrola (la actual eléctrica Iberdrola) en 1907. A la familia Oriol pertenece la nuera de la presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, Carolina Oriol Garrigues, que está casada con Fernando Ramírez de Haro y Aguirre, hijo de la presidenta conservadora y marqués de Villanueva de Duero. A su boda, celebrada en el propio Monte del Pilar, acudió el matrimonio formado por José María Aznar y Ana Botella.

Una asociación, Ciudadanos por el Monte, surgida de manera espontánea cuando cientos de vecinos de Pozuelo comprobaron que la última finca que quedaba por vallar en el bosque comenzaba a ser fortificada en diciembre de 2010, precisamente por la familia Oriol, sin respetar caminos, veredas y sendas de uso público. La Asociación denuncia que cada vez el monte está más segregado, tanto física como catastralmente, y son pocas las propiedades que sobrepasan la unidad mínima forestal de 30 hectáreas. Ciudadanos por el Monte ha indicado que se está permitiendo la instalación de nuevos y extensos vallados de más de 2000 metros que impiden de desarrollo normal de la fauna, cuya conservación se pretende, permitiéndose la colocación de lonas en las vallas que impiden la contemplación del paisaje natural por el viandante, si bien el objetivo de los espacios no urbanizables protegidos-forestales es la puesta en valor de los elementos naturales existentes. Además se está permitiendo la plantación de especies alóctonas (Cupresus arizonica y Opuntia ficus indica) impropias del encinar con retama a conservar, por no mencionar el destrozo de los caminos públicos por camiones y maquinaria pesada, así como las actividades industriales de restauración no contempladas en el PGOU para la zona No Urbanizable Protegida-Forestal.

La Asociación Ciudadanos por el Monte acusa a las administraciones de impedir coactivamente el acceso a caminos, sendas, veredas, carriles y arroyos de dominio público que discurren por el monte (Camino Largo de las Rozas, Camino de la casa Remisa, Paseo del apeadero de Remisa, Camino del paso de nivel, Carril de la Era, Senda de las Zorrilleras, entre otros), siendo lo más flagrante la ocupación del camino de las Rozas que desde el Camino de las Conejeras conduce a la fuente de la Escorzonera, situada en dominio público hidráulico y construida por el arquitecto Ventura Rodríguez por petición de Campomanes.

La Asociación pretende conseguir que los propietarios no roben los caminos y arroyos a los ciudadanos, y su fin último es lograr que todo el Monte del Pilar y de Pozuelo sea público. Y siempre con el fantasma de las recalificaciones sobrevuela el Monte. En una de las zonas más caras de España, no faltan indicios. Precisamente en Majadahonda, el Ayuntamiento del Partido Popular aprobó en julio de este mismo año la cesión gratuita de 17.000 metros cuadrados del monte a una fundación privada, la Fundación Recal, vinculada al PP y a los Legionarios de Cristo. El propósito de la fundación era construir una granja escuela para drogodependientes, un uso no permitido por el plan de protección del monte. La oposición vecinal obligó al Gobierno conservador a dar marcha atrás. En la parte perteneciente a Pozuelo de Alarcón, donde el suelo es forestal no urbanizable, el Tribunal Supremo paró en el mes de marzo de este año el intento de algunos propietarios de cambiar en los tribunales la calificación del suelo para poder construir. El Alto Tribunal destacó “la calidad de las formaciones vegetales” y la fauna y su “fragilidad frente a cualquier actividad edificatoria”.

Por todo ello, desde EQUO Madrid Sierra Norte, territorio en el que se incluye Majadahonda y Pozuelo de Alarcón, nos sumamos a la petición vecinal canalizada a través de la Asociación de Ciudadanos por el Monte, solicitando a las administraciones:

– Que no permitan más deterioros de los valores naturales del Monte de Pozuelo,

– Que aumenten los esfuerzos técnicos y económicos para alcanzar los objetivos de conservar y valorar los elementos naturales del Monte de Pozuelo y

– Que se intensifiquen y refuercen todas las gestiones y acciones encaminadas a que el Monte de Pozuelo sea pronto de uso y dominio público, según lo aprobado en el PGOU vigente.